Gait antálgica: síntomas, causas y tratamiento

Antalgic Gait: Symptoms, Causes and Treatment

La marcha antálgica, también conocida como la marcha cojeada, es una tendencia a la caminata que es una respuesta inmediata al dolor. Normalmente resulta de lesiones o irritación en las extremidades inferiores. La marcha se altera como un mecanismo de protección en el que el paciente minimiza la incomodidad al pasar menos tiempo soportando peso en la extremidad afectada. La comprensión de la marcha antálgica es importante en el sentido de que no solo tiende a evocar la presencia de dolor, sino que también proporciona información valiosa sobre las condiciones de la raíz que causa la anormalidad de la marcha. El tratamiento de este trastorno necesita un enfoque integral en un diagnóstico preciso, un manejo adecuado del dolor e intervenciones terapéuticas dirigidas a la restauración del patrón de caminata normal y la mejora de la movilidad general.

Síntomas de la marcha antálgica

Una marcha antálgica, también conocida como una marcha cojeada, es un trastorno caracterizado por un patrón adaptativo de caminar para reducir el dolor. El síntoma más prominente de una marcha antálgica es una floja, que generalmente causa una fase de postura acortada en la extremidad afectada más baja para reducir el tiempo de soporte de peso. Según el Dr. Michael Green, un especialista ortopédico, "los pacientes con una marcha antálgica generalmente presentan un patrón de caminata asimétrico, con una duración considerablemente disminuida de la fase de postura en el lado doloroso".

Gait antálgica: síntomas, causas y tratamiento



Otros síntomas incluyen espasticidad muscular, un rango de movimiento disminuido en la extremidad involucrada y una marcha coja aparente. En realidad, estos síntomas son más que un simple dolor; De hecho, contienen información valiosa sobre la patogénesis del trastorno. Un diagnóstico oportuno de estos síntomas puede proporcionar un manejo y tratamiento efectivos.

Causas de la marcha antálgica

Esta marcha antálgica puede deberse a numerosos factores. Incluyen lesiones musculoesqueléticas, como una fractura, esguinces o lágrimas ligamentosas, y generalmente procesos patológicos como la artritis, especialmente la osteoartritis. Según un artículo de revisión en el Journal of Orthopedic Research, alrededor del 70% de los pacientes con osteoartritis de la rodilla manifiestan alguna forma de marcha antálgica.

Otras causas incluyen ciertas infecciones, como en la artritis séptica y los trastornos neurológicos como la ciática que pueden causar dolor severo en las piernas. Según la Dra. Susan Lee, neuróloga, "los trastornos neurológicos que compriman o dañan los nervios pueden afectar significativamente la marcha y producir un patrón antálgico de marcha, ya que el cuerpo intenta evitar que ocurra el dolor".

Tratamiento antálgico de la marcha

El tratamiento de la marcha antálgica generalmente incorpora el tratamiento del trastorno subyacente o la causa del dolor. En casos graves de lesión, una receta común es el descanso y la fisioterapia para mejorar la curación. Los analgésicos y los medicamentos antiinflamatorios se encuentran entre las estrategias de manejo del dolor utilizadas para aliviar la incomodidad, por lo tanto, mejorar la movilidad. "El manejo efectivo del dolor es esencial para restaurar los patrones de marcha normales", dice la Dra. Emily Brown, especialista en manejo del dolor.

Los tratamientos bajo tales afecciones, como la artritis, pueden implicar inyecciones con medicamentos con corticosteroides y, a veces, intervenciones quirúrgicas como el reemplazo de las articulaciones. Esto, la mayoría de las veces, requiere rehabilitación con fisioterapia para recuperar la fuerza y ​​la flexibilidad perdidas. Según un estudio de 2019 en el Journal of Rehabilitation Research and Development, la fisioterapia dirigida mejoró los patrones de la marcha mejorados en pacientes después de la cirugía.

Los dispositivos ortóticos y los zapatos de apoyo crean estabilidad y reducen el dolor mientras caminan. Neurológicamente, si es un problema con los nervios, el tratamiento para resolver el problema alivia quirúrgica o no quirúrgicamente los síntomas de la marcha antálgica.

¿Cómo se arreglas una marcha antálgica?

Gait antálgica: síntomas, causas y tratamiento

La corrección de una marcha antálgica es posible si se puede identificar la causa raíz del dolor y el dolor se trata de manera efectiva. Los modos comunes de tratamiento incluyen:

Descanso y fisioterapia: Permitir que las lesiones sanen y acumulen fuerza muscular y flexibilidad.

Manejo del dolor: Se prescriben analgésicos y medicamentos antiinflamatorios para reducir el dolor y la inflamación.

Dispositivos orthóticos: Plantillas hechas a medida o zapatos de apoyo para dar estabilidad.

Inyecciones de corticosteroide: Para reducir la inflamación en casos con afecciones de artritis.

Intervenciones quirúrgicas: En casos severos, implica el reemplazo de la articulación o la reparación de los nervios dañados.

Rehabilitación: La fisioterapia post operativa se centra en la restauración del patrón anterior de marcha. 

¿Cuál es la causa más común de los trastornos de la marcha?

La causa más común de los trastornos de la marcha son los trastornos musculoesqueléticos, especialmente la osteoartritis. La osteoartritis causa dolor y rigidez en las articulaciones, lo que puede interferir significativamente con la capacidad de caminar y generalmente conduce al desarrollo de una marcha antálgica.

¿Cuál es la diferencia entre la marcha antálgica y la ataxia?

Las principales diferencias entre la marcha antálgica y la ataxia se refieren a sus etiologías y características:

Gait antálgico: Un patrón de marcha sustitutivo adaptado para minimizar el dolor, generalmente como resultado de lesiones musculoesqueléticas o artritis. Caracterizado por una fase de postura disminuida en la pierna afectada.

Vargo ataxico: Esto se debe a diferentes trastornos neurológicos como la ataxia cerebelosa. Se caracteriza por asombrosos movimientos inestables y falta de coordinación; Por lo general, presenta una amplia base de soporte.

Conclusión

La comprensión de los síntomas, causas y tratamientos de la marcha antálgica es una parte importante de su manejo adecuado. El diagnóstico temprano puede proporcionar un muy buen pronóstico si se siguen los regímenes terapéuticos apropiados y se adaptan individualmente de acuerdo con el asesoramiento médico experto y las prácticas basadas en la evidencia. Las piedras clave del alivio a largo plazo y la mejora en la movilidad de los sujetos que sufren de esta afección incluyen la terapia regular de seguimiento y mantenimiento.

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