20 mitos sobre la pérdida de peso

20 Myths About Weight Loss - welzo

Introducción

Al embarcarse en la búsqueda de la pérdida de peso, muchas personas se arraigan con una gran cantidad de consejos provienen de amigos, familiares y, cada vez más, Internet. Sin embargo, no todos este consejo se crea igual. Abundan los mitos de pérdida de peso, nublando el juicio y descarrilar a muchas personas que hacen dietas bien intencionadas del camino de la salud sostenible. Estos mitos van desde conceptos erróneos sobre la dieta, el ejercicio y los factores biológicos hasta los malentendidos sobre los roles del tiempo, los tipos de alimentos y los patrones de estilo de vida.

La información errónea puede ser particularmente insidiosa en el ámbito de la pérdida de peso, ya que a menudo conlleva la ilusión de soluciones rápidas o resultados sin esfuerzo. La Dra. Helen Bond, una dietista registrada, advierte, "creer en los mitos de pérdida de peso no solo puede establecer sus objetivos de salud, sino que también puede conducir a deficiencias nutricionales y al aumento de los niveles de estrés". El impacto de estos mitos es profundo, ya que pueden conducir a prácticas de dieta poco saludables, una relación deformada con los alimentos y, en algunos casos, los resultados adversos de la salud.

Este artículo busca diseccionar y disipar 20 de los mitos más comunes de pérdida de peso, proporcionando a los lectores hechos basados ​​en evidencia. Al examinar cada mito críticamente, nuestro objetivo es arrojar luz sobre las complejidades de la pérdida de peso y fomentar un enfoque más informado de este viaje a menudo inquieto.

Pérdida de peso

20 mitos sobre la dieta

Mito 1: La restricción de calorías extremas es la forma más efectiva de perder peso.

El mito generalizado de que cortar calorías al mínimo es la forma más segura del éxito de la pérdida de peso es peligroso. Sugiere una ecuación simple: cuanto menos coma, más peso perderá. Sin embargo, la realidad está lejos de esta noción simplista. La Dra. Jane Ogden, profesora de psicología de la salud, explica: "La restricción de calorías extremas puede desencadenar una respuesta de supervivencia en el cuerpo, reduciendo la tasa metabólica y conduciendo a la pérdida muscular, lo que a su vez puede disminuir la velocidad a la que el cuerpo quema calorías".

Las estadísticas del Servicio Nacional de Salud (NHS) sugieren que tales medidas drásticas a menudo son insostenibles, y muchas personas recuperan más peso de lo que inicialmente perdieron. Esto está respaldado por una gran cantidad de investigación, incluido un estudio en el 'Journal of the American Medical Association', que encontró que las reducciones moderadas en la ingesta de calorías pueden ser más efectivas para la pérdida de peso a largo plazo. Un enfoque más sensato implica una dieta equilibrada que permite un déficit calórico moderado, asegurando que el cuerpo reciba los nutrientes necesarios que necesita para funcionar de manera óptima.

Mito 2: ciertos alimentos pueden quemar grasa.

La idea de que ciertos alimentos "milagros" tienen el poder de quemar grasa es un mito que continuamente resurgue, a menudo defendido por dietas de moda y afirmaciones no verificadas. Si bien es cierto que algunos alimentos pueden impulsar temporalmente el metabolismo, como los que contienen cafeína o capsaicina, el efecto es mínimo y no suficiente para causar una pérdida de peso significativa. "No hay evidencia científica que respalde la idea de que cualquier alimento quema grasa de una manera que conduzca a la pérdida de peso", afirma la Dra. Susan Jebb, profesora de salud de dieta y población.

En lugar de buscar alimentos inexistentes para quemar grasas, los expertos aconsejan centrarse en la calidad general de la dieta. Consumir una variedad de alimentos densos en nutrientes, que incluyen frutas, verduras, proteínas magras y granos integrales, es clave para un metabolismo saludable y un control de peso. Es el equilibrio de macronutrientes y el contenido calórico en relación con el gasto de energía de un individuo que finalmente dicta la pérdida de peso, no los alimentos específicos de "quema de grasa".

En conclusión, el tema general de disipar los mitos de pérdida de peso es fundamental para adoptar un enfoque realista y saludable para perder peso. Cada párrafo de este artículo está atado a esta idea central, con el objetivo de despejar la niebla de la información errónea y arrojar luz sobre las verdades de la dieta y el control de peso. En el futuro, continuaremos desentrañando los mitos restantes, proporcionando claridad y consejos respaldados científicamente para guiarlo en su viaje de pérdida de peso.

Mito 3: Debes hacer ejercicio en la zona de 'quema de grasa' para perder peso

El concepto de la zona de 'quema de grasa' ha sido un accesorio frecuente en la cultura del fitness, promoviendo la idea de que existe una zona de frecuencia cardíaca mágica donde nuestros cuerpos queman más grasa. Se basa en la noción de que a intensidades más bajas, el cuerpo utiliza la grasa como su fuente de energía primaria. Sin embargo, la Dra. Samantha Wild, cardióloga del Hospital Queen Elizabeth, afirma: "El término 'zona de combustión de grasa' es algo engañoso porque, si bien el ejercicio de baja intensidad utiliza un mayor porcentaje de grasa para el combustible, la cantidad total de energía gastada es más bajo que durante los entrenamientos de alta intensidad ".

De hecho, un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine encontró que si bien el ejercicio de baja intensidad oxida la grasa en mayor medida, los entrenamientos de alta intensidad dan como resultado una mayor pérdida general de grasa debido a un mayor gasto total de energía. Como elabora el Dr. Wild, "es el déficit de calorías general lo que importa en el contexto de una dieta controlada, no solo el tipo de calorías quemadas durante el ejercicio".

Por lo tanto, si bien hacer ejercicio en esta llamada zona puede contribuir a la pérdida de peso, no es el factor definitivo. Los profesionales de la salud recomiendan un régimen de entrenamiento diversificado que incluye ejercicio aeróbico y anaeróbico, adaptado al nivel de condición física y objetivos de un individuo, para la pérdida de peso y la salud óptimas.

Recuerde, lograr la pérdida de peso a menudo implica una táctica integral, integrando el manejo de las calorías, los niveles de actividad activos y conscientes de la salud, y a veces, si es apropiado, asistencia médica con productos como Enloquecido.

Mito 4: Más tiempo de gimnasio siempre conduce a más pérdida de peso

Existe una creencia tenaz de que cuanto más tiempo pases en el gimnasio, más peso arrojarás. Esta falacia no considera la adaptabilidad del cuerpo y la naturaleza compleja de la pérdida de peso. El Dr. Thomas Frieden, un destacado experto en salud pública, explica: "El cuerpo se ajusta al aumento de los niveles de actividad, por lo que el mismo ejercicio puede volverse menos efectivo con el tiempo si no se combina con otras formas de ejercicio y una dieta equilibrada".

Además, las estadísticas indican rendimientos decrecientes cuando el tiempo de gimnasio excede un cierto umbral. El Journal of the American Medical Association destaca que las personas que realizan ejercicios moderados durante 150 minutos a la semana pueden lograr beneficios de salud significativos, y el tiempo adicional a menudo no equivale a la pérdida de peso proporcional.

Además, el tiempo excesivo del gimnasio sin un descanso adecuado puede conducir al sobreentrenamiento, que no solo obstaculiza el progreso, sino que también aumenta el riesgo de lesiones, como señalan el NHS. El Dr. Frieden aconseja: "Los días de descanso son vitales ya que permiten que los músculos se recuperen y prevenieran la fatiga, lo que puede conducir a una rutina de entrenamiento más eficiente con el tiempo".

Mito 5: los carbohidratos te ponen gordo

La demonización de los carbohidratos es un chivo expiatorio común para el aumento de peso, lo que lleva a la proliferación de dietas bajas en carbohidratos. Sin embargo, la Dra. Fiona McCulloch, científica de nutrición, señala: "Los carbohidratos por sí mismos no causan aumento de peso. La ingesta y el gasto general de calorías, junto con el tipo de carbohidratos consumidos, son los factores cruciales".

Los estudios realizados por la British Nutrition Foundation muestran que las dietas ricas en carbohidratos de alta fibra, como granos integrales, están asociadas con un menor peso corporal. Los carbohidratos son la fuente de energía principal del cuerpo, y el Dr. McCulloch enfatiza que "los carbohidratos de calidad como los granos integrales, las frutas y las verduras son esenciales para una buena salud".

Es el consumo excesivo de calorías, ya sea de carbohidratos, grasas o proteínas, lo que conduce al aumento de peso y no a los carbohidratos inherentemente. Por lo tanto, una ingesta equilibrada de macronutrientes adaptados a las necesidades de energía individual es la piedra angular de una dieta saludable y una pérdida de peso efectiva.

Mito 6: el agua potable conduce a la pérdida de peso

El agua a menudo se promociona como un elixir de pérdida de peso, con recomendaciones para beber grandes cantidades para ayudar a eliminar libras. Si bien el agua es esencial para la salud y puede ayudar en el control de peso, no es una solución de pérdida de peso independiente. La Dra. Helen Parretti, una científica clínica de la Universidad de Birmingham, afirma: "El consumo de agua debe basarse en las necesidades individuales y puede ayudar a la pérdida de peso principalmente mediante la sustitución de bebidas de alta calorías y promoviendo una sensación de plenitud".

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria recomienda una ingesta de 2.5 litros de agua para hombres y 2.0 litros para mujeres por día de todas las bebidas y alimentos. El agua potable antes de las comidas puede conducir a una ingesta reducida de calorías, como lo demuestra un estudio en obesidad, donde los participantes que bebieron agua antes de las comidas perdieron un 44% más de peso durante un período de 12 semanas que aquellos que no lo hicieron.

Incorporar la ingesta adecuada de agua en un régimen de pérdida de peso es beneficioso, pero debe ser parte de una estrategia más amplia que incluya una dieta equilibrada y una actividad física regular. El Dr. Parretti agrega: "La hidratación apoya los procesos metabólicos del cuerpo y puede contribuir a un mejor rendimiento del ejercicio, pero no es una bala de plata para perder peso".

Mito 7: los suplementos para bajar de peso pueden reemplazar la dieta y el ejercicio

El encanto de los suplementos para bajar de peso a menudo radica en su promesa de resultados rápidos y sin esfuerzo. Sin embargo, este mito es fundamentalmente defectuoso. La Dra. Elizabeth Miller, consultora del Instituto Nacional de Excelencia en Salud y Atención (NICE), afirma: "No hay sustituto para una dieta equilibrada y actividad física regular cuando se trata de perder peso". La eficacia de los suplementos es ampliamente debatida, y muchos carecen de un respaldo científico sustancial para sus afirmaciones.

Las estadísticas del NHS muestran que las modificaciones de dieta y ejercicio conducen a una pérdida de peso sostenible a largo plazo, a diferencia de los suplementos que no abordan los factores de estilo de vida subyacentes que contribuyen a la obesidad. Un metaanálisis publicado en el British Medical Journal indica que la mayoría de los suplementos tienen un efecto mínimo en la pérdida de peso. Por lo tanto, los suplementos no deben verse como un reemplazo, sino que podrían considerarse un complemento de una dieta y un plan de ejercicio bien redondeado, siempre bajo orientación profesional.

Mito 8: Todas las ayudas de pérdida de peso 'naturales' son seguras

El término "natural" en el contexto de ayudas de pérdida de peso con frecuencia se concede mal como sinónimo de seguridad. Sin embargo, los ingredientes naturales también pueden tener efectos potentes y causar reacciones adversas. El Dr. Miller advierte: “El hecho de que un producto sea natural no significa que sea inofensivo. Muchas sustancias naturales no están bien reguladas y pueden interactuar con medicamentos o tener efectos secundarios significativos ".

Por ejemplo, ciertos suplementos herbales se han relacionado con el daño hepático, la hipertensión y otros problemas de salud. Los organismos reguladores como la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos de Atención Médica (MHRA) en el Reino Unido han emitido advertencias sobre las llamadas ayudas de pérdida de peso naturales que contienen compuestos sintéticos ocultos. Se insta a los consumidores a abordar estos productos con el mismo escrutinio que cualquier otro suplemento relacionado con la salud.

Mito 9: El metabolismo es la clave para la pérdida de peso

El papel del metabolismo en la pérdida de peso a menudo se exagera, y muchos creen que es el factor predominante que determina la capacidad de uno para perder peso. Si bien el metabolismo influye en la eficiencia del cuerpo que el cuerpo convierte los alimentos en energía, el Dr. Yvonne Bishop-Weston, un terapeuta nutricional, explica: “La tasa metabólica es solo uno de los muchos factores que contribuyen a la pérdida de peso, incluida la dieta, la actividad física y la salud hormonal. . "

Varios estudios, incluidos los de la Asociación Británica de Dietética, muestran que si bien una tasa metabólica más alta puede aumentar el gasto en calorías, otros aspectos como la masa muscular, la edad y la genética también juegan un papel importante. En lugar de centrarse únicamente en el metabolismo, se defiende un enfoque integral para la pérdida de peso.

Mito 10: la genética determina su peso por completo

La genética ciertamente juega un papel en la determinación del peso corporal, pero no son el único factor. "La predisposición genética no sella el destino", afirma el Dr. Bishop-Weston. El medio ambiente y las opciones de estilo de vida tienen un impacto considerable en el peso. Los estudios gemelos, a menudo citados en la investigación genética, sugieren que si bien los genes contribuyen a la predisposición al peso, los factores de estilo de vida pueden mitigar o exacerbar estas influencias genéticas.

Mito 11: las dietas sin gluten son para todos

Las dietas libres de gluten han ganado popularidad como un medio para la pérdida de peso, sin embargo, son médicamente necesarios solo para personas con afecciones como la enfermedad celíaca o la sensibilidad al gluten. El profesor Kevin Whelan, del King's College London, señala: "Una dieta sin gluten es imprescindible para algunos debido a razones de salud, pero no hay evidencia que sugiera que beneficie a la población más amplia para la pérdida de peso".

Los expertos nutricionales advierten que tales dietas a veces pueden conducir a una deficiencia en ciertos nutrientes si no se manejan adecuadamente. La British Nutrition Foundation enfatiza la importancia de una dieta equilibrada que incluye una variedad de nutrientes, en lugar de eliminar grupos de alimentos integrales sin razón médica.

Mito 12: Las dietas veganas conducen automáticamente a la pérdida de peso

Cambiar a una dieta vegana no garantiza la pérdida de peso. Si bien las dietas a base de plantas pueden ser más bajas en calorías y grasas saturadas, también pueden ser altas en azúcares y grasas si no se planifican cuidadosamente. "Una dieta vegana puede apoyar la pérdida de peso como parte de una dieta equilibrada, pero no está inherentemente adelgazante", dice el Dr. Shireen Kassam, fundador de Professionals de Salud de Plantas UK.

La evidencia sugiere que las dietas veganas, ricas en frutas, verduras y granos integrales, pueden ser beneficiosas para la pérdida de peso, pero deben estar bien estructuradas para garantizar que se satisfagan todas las necesidades nutricionales. El enfoque debe permanecer en la calidad y cantidad de alimentos consumidos, independientemente de la preferencia dietética.

Mito 13: Comer tarde en la noche causa aumento de peso

La idea de que comer tarde en la noche conduce a un aumento de peso proviene de la hipótesis de que el metabolismo del cuerpo se ralentiza durante el sueño. Sin embargo, el Dr. Jason Gill del Instituto de Ciencias Cardiovasculares y Médicas contadores: "No es el momento de la comida, sino la ingesta total de calorías durante el día lo que importa para la pérdida de peso".

La investigación indica que es el exceso de ingesta calórica, no el tiempo de consumo, lo que contribuye al aumento de peso. El British Journal of Nutrition ha informado de estudios que muestran que la ingesta calórica total, en lugar del momento de la comida, es un predictor más significativo del aumento de peso. Es el equilibrio de las calorías consumidas versus las calorías que finalmente afecta el peso, independientemente del reloj.

Mitos de pérdida de peso

Mito 14: Saltar comidas promueve la pérdida de peso

La práctica de omitir las comidas a menudo se concede erróneamente como una estrategia directa para reducir la ingesta de calorías y, por lo tanto, promover la pérdida de peso. Sin embargo, este enfoque pasa por alto la complejidad de la respuesta del cuerpo al ayuno. "Saltarse las comidas en realidad puede conducir a un aumento de peso en algunas personas debido al aumento del apetito y posterior a comer en exceso", explica la Dra. Caroline Apovian, especialista en endocrinología y nutrición. Además, los patrones de alimentación irregulares pueden alterar el metabolismo, potencialmente frenándolo a medida que el cuerpo conserva la energía en respuesta a la escasez percibida.

La investigación publicada por la British Nutrition Foundation sugiere que un patrón de alimentación regular, incluido el desayuno, está asociado con un menor riesgo de obesidad. Saltarse las comidas, particularmente el desayuno, se ha relacionado con la calidad general de la dieta general y una mayor probabilidad de aumento de peso.

Mito 15: delgado es igual a saludable

La ecuación de delgadez con la salud es un malentendido generalizado. "Ser delgado no necesariamente se correlaciona con estar saludable", afirma el Dr. Apovian. La salud es multidimensional, que abarca el bienestar físico, mental y social, no solo determinado por el peso corporal. La noción de "delgadez" a menudo no considera factores como la composición corporal, incluida la relación entre los músculos con la grasa y los marcadores de salud no relacionados con el peso, como la presión arterial, los perfiles lipídicos y los niveles de azúcar en la sangre.

Hay un reconocimiento creciente del concepto de 'obesidad de peso normal', donde las personas con un índice de masa corporal normal (IMC) exhiben alteraciones metabólicas típicamente asociadas con la obesidad. Un estudio de British Medical Journal destaca que centrarse únicamente en el IMC o el peso corporal puede pasar por alto los problemas de salud metabólica.

Mito 16: Puedes ser 'Big-Boned'

El término 'Big-Boned' se ha utilizado coloquialmente para explicar un tamaño corporal más grande, lo que sugiere una estructura esquelética que naturalmente admite más peso. Sin embargo, el Dr. Apovian afirma: "Si bien la estructura ósea puede variar en tamaño, no afecta el peso tan significativamente como lo hacen los músculos y la masa grasa". Hay una variación mínima en el peso esquelético dentro de la población, y no justifica diferencias significativas en el peso corporal.

La obesidad es principalmente el resultado de un desequilibrio entre las calorías consumidas y gastadas, no la estructura ósea. La Asociación Británica de la Asociación Ortopédica confirma que la estructura ósea puede influir en la forma del cuerpo, pero no en la medida en que causaría obesidad.

Mito 17: la fuerza de voluntad es todo lo que necesitas para perder peso

La creencia de que la pérdida de peso es simplemente una cuestión de fuerza de voluntad pasa por alto las complejidades de la obesidad y la naturaleza multifactorial del control de peso. El Dr. Apovian señala: "La obesidad es una enfermedad crónica influenciada por factores ambientales, genéticos y hormonales, no solo la falta de fuerza de voluntad". Los aspectos psicológicos, incluido el estrés y el bienestar emocional, desempeñan papeles críticos en los hábitos alimenticios y el peso.

La British Psychological Society informa que abordar el bienestar psicológico y los patrones de comportamiento es esencial para un control de peso efectivo. Sugerir que la fuerza de voluntad sola es suficiente para la pérdida de peso socava la comprensión científica de la obesidad y puede perpetuar el estigma.

Mito 18: la pérdida de peso es un proceso lineal

Muchos suponen que la pérdida de peso es un proceso constante y continuo una vez que se inicia un régimen de dieta o ejercicio. Sin embargo, la pérdida de peso es típicamente no lineal y puede involucrar mesetas o incluso aumentos temporales de peso. "La pérdida de peso está influenciada por una variedad de factores, incluidas las fluctuaciones de líquidos y los cambios de masa muscular", destaca el Dr. Apovian.

La Asociación Británica de Dietética reconoce la naturaleza no lineal de la pérdida de peso, aboga por establecer objetivos realistas y esperar fluctuaciones. La paciencia y la persistencia, junto con los ajustes al plan de pérdida de peso, son clave para manejar y superar estas mesetas.

Mito 19: Una vez que pierdes peso, es fácil evitarlo

Mantener la pérdida de peso puede ser tan desafiante, si no más, que perder peso en primer lugar. "El mantenimiento del peso requiere un compromiso a largo plazo con un estilo de vida saludable, incluida la actividad física continua y la alimentación consciente", dice el Dr. Apovian. Las adaptaciones fisiológicas del cuerpo a la pérdida de peso, como una disminución en la tasa metabólica y un aumento en las hormonas reguladoras del apetito, pueden dificultar el mantenimiento del peso.

Los estudios longitudinales muestran que los cambios y el apoyo de estilo de vida sostenidos son necesarios para mantener la pérdida de peso. El Registro Nacional de Control de Peso, que rastrea a las personas que han mantenido una pérdida de peso significativa, informa que el ejercicio constante y la vigilancia dietética son comunes entre las que tienen éxito en mantener el peso.

Mito 20: la dieta no tiene efectos secundarios

La dieta, particularmente cuando implica una restricción extrema o un mal equilibrio nutricional, puede tener varios efectos secundarios. El Dr. Apovian advierte: "La dieta inapropiada puede conducir a deficiencias nutricionales, problemas de salud mental y patrones de alimentación desordenados". El impacto psicológico de la dieta, como el desarrollo de una relación poco saludable con los problemas de alimentos e imagen corporal, está bien documentado.

La Asociación Médica Británica informa que las dietas deben estar bien planificadas y equilibradas nutricionalmente para prevenir los efectos secundarios. Un enfoque holístico para la pérdida de peso, considerando la salud física y mental, es crucial para el éxito a largo plazo.

El viaje de pérdida de peso está repleto de conceptos erróneos que pueden obstaculizar el progreso. Al comprender las verdades matizadas detrás de estos mitos, las personas pueden fomentar enfoques más saludables para la pérdida de peso que son sostenibles y basadas en evidencia científica.

Conclusión

El viaje de la pérdida de peso se revela no como una serie de atajos o soluciones de talla única, sino como un proceso complejo influenciado por un tapiz de factores que incluyen dieta, ejercicio, metabolismo, genética y bienestar psicológico. Hemos aprendido que las dietas extremas y la creencia en los alimentos o suplementos de 'milagro' no ofrecen una verdadera base para el control de peso sostenible. En cambio, el énfasis debe estar en una dieta equilibrada, actividad física regular y un enfoque holístico que considera los aspectos psicológicos de la alimentación y el peso corporal.

La intrincada interacción entre estos elementos subraya el hecho de que la pérdida de peso no es un camino lineal, ni es únicamente un producto de fuerza de voluntad o un régimen de ejercicio estricto. Los matices del metabolismo y las predisposiciones genéticas de nuestros cuerpos dictan un enfoque más personalizado. Además, la idea errónea de que ser "delgado" equivale a ser saludable es una visión distorsionada de lo que representa la verdadera salud. La salud es un estado multifacético de bienestar que abarca una dieta equilibrada, aptitud física, salud mental y resiliencia emocional.

Reemplazemos el mito con metodología y información errónea con atención plena. Al hacerlo, allanamos el camino para una relación más saludable con nuestros cuerpos y alimentos, y un enfoque más exitoso para manejar el peso. El estímulo para buscar orientación profesional permanece, ya que los expertos pueden proporcionar asesoramiento y apoyo personalizados adaptados a las necesidades y circunstancias individuales. Al final, el camino hacia un peso más saludable es tan individual como la persona que lo camina, y es un viaje que no tiene que caminar solo.

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